Leyenda de un joven pescador

El joven Miguel Burgos era un humilde e impetuoso pescador, el cual tenía problemas de personalidad y trataba muy mal a su madre, gritandole y golpeandola cuando a él le daba la gana, situación que le valió el rechazo de la gente del pueblo.
En una ocasión salió a pescar con su amigo Ramiro, cuando de pronto, una extraña ave pasó por encima de la barcaza volando cerca de Miguel, a lo que Ramiro le gritó: ¡ave María purisima, el diablo te va a cargar!.
El raro animal volvió a planear acercandose a Miguel y le dijo al oido: “el diablo te va a cargar por tu mal comportamiento”, desapareciendo inmediatamente el ave, dejando a los dos jovenes llenos de terror.
Poco tiempo después, un grupo de pescadores que fueron a tirar las redes, después de muchas horas seguían sin pescar nada, ya era de noche cuando repentinamente se sintió en las redes que un animal grande al que no podían dominar había sido atrapado.
Con mucho esfuerzo regresaron a la orilla con el animal, pero al ser demasiado dificil desenredarlo, prefirieron irse a descansar y hacerlo al amanecer del día siguiente. Cuando llegaron por la mañana a ver el gran animal que habían atrapado, se llevaron una desagradable sorpresa al encontrar las redes vacias.
Por alguna razón, con este suceso aumentaron las murmuraciones entre la comunidad de que a Miguel se lo iba a llevar el diablo por maltratar a su madre.
Una mañana de un hermoso y soleado día, Miguel volvió a golpear a su madre, la tiró en el suelo, cuando de pronto el día se empezó a oscurecer debido a una fuerte y demoníaca tempestad que llenó de terror a la gente del pueblo, quienes cuentan que en medio del horrible temporal que azotó al pueblo, alcanzaron a ver que un hombre con figura de murciélago se llevaba cargando a un joven de la comunidad. Desde ese día nadie más volvió a ver a Miguel Burgos.