El hombre de la larga cabellera

Se dice que en el año de 1200 existió en una aldea de la Huasteca llamada Xonkatlán (lugar de grandes cabelleras), un extraño hombre con aspecto de animal, el cual por su larga cabellera era confundido con las mujeres del pueblo.
Esta aldea estaba gobernada por Tezitlal (estrella de piedra), y estaba situada en las orillas de la sierra de Kotontepetl, la cual se encontraba dominada en ese entonces por el reino de Tomiyahuatl.
El hombre vivía en lo profundo de la selva, fue un sobreviviente de la matanza de varones que realizaron las satánicas guerreras huastecas de raza negra y juró vengar esa afrenta en contra de los hombres del pueblo.
Esta persona tenía la habilidad de bajar al pueblo sin que nadie lo notara y llevarse a una mujer a la cueva que habitaba, donde la violaba para después matarla, posteriormente le cortaba los senos, al final iba por otra mujer al pueblo y dejaba a la muerta en su lugar.
Las guerreras se encontraban desesperadas por no poder descubrir al asesino a pesar de las muchas trampas que le dejaban, hasta que una madrugada en el momento en que el extraño sujeto cargaba con otra de las mujeres, de pronto cayó un rayo con su estruendo en medio de la lluvia que despertó a las guerreras, incluyendo a la que llevaba cargando, la cual lo sujetó para que finalmente las demás lo atraparan.
Las mujeres bajo una fuerte lluvia realizaron un rito con danzas y fuego, en el cual destrozaron al hombre, arrancandole las uñas de las manos y los pies, le arrancaron los ojos, lo desollaron y finalmente se lo comieron para así poder tener una vida más tranquila.
Se cuenta en la actualidad que en algunas ocasiones, al andar por los caminos de la sierra, algunos transeúntes han podido distinguir la imagen de ese hombre cargando a una mujer, lo cual llena de temor a los habitantes de los pueblos aledaños.